«La expectación rosa de los pétalos floreció en las nubes». Marilyne Bertoncini (Francia)

 



Era marzo – los cerezos aún no habían florecido.

pero, sin duda los brotes se hinchaban en sus vainas de seda,

preparándose para la gozosa explosión de sakura en los parques y jardines.

 

Alrededor de los santuarios, todavía reina el gris humor invernal

que mueve las cuerdas del viento

 

los ciervos quizás descubrían los primeros tallos pálidos bajo la nieve

que se agrietaba

alrededor de las fuentes donde dormitan las carpas.

 

¿Hay todavía nieve en el caparazón de las montañas tendidas,

¿dragones erizados por las oscuras puntas de los pinos?

 

En el patio del colegio, una sinuosa estela de cometas

el pañuelo de los niños ondeaba en su carrera,

.

La centelleante niebla de su aliento dibujaba espectros de luz

en la fina bruma costera de finales de invierno

y sus gritos llamaban a las golondrinas.

 

El cielo mullido

todavía está vacío del triángulo de grullas en su vuelo primaveral.

y se hace eco del sofocado rumor de la ciudad.

 

Se podía sentir en el aire quizás el aroma de las flores

y la expectación rosa de los pétalos floreció en las nubes

tiñendo el cielo donde pronto flotarían como millones de mariposas

sobre Onagawa.

 

*extracto de La Noyée d’Onagawa – ed. Jacques André, Lyon, marzo de 2020

 

¿De dónde vienen estos recuerdos

estas imágenes que me atraviesan?

¿De qué pasado, de qué recuerdo?

 

¿De qué puerta del Infierno

encontrada en las tinieblas

laberinto de mi

memoria?

 

El latón de una fuente de cerveza brilla

en los largos quejidos del saxofón

Los acordes del piano están encadenados

al ritmo de las reflexiones lentas:

Las aspas del ventilador se agitan en el techo

creando efímeros encajes de sombra

 

Una sabia pastora con un corpiño de oro dirige

el bullicio de la sala donde desfila un séquito

de elefantes de colores

magos con turbante adornados con rosas

palanquines de válvulas de concha

y esclavos encantadores seguidos de avestruces

domesticadas

 

Bajo su dosel, un rey africano

mantiene a los leopardos atados

que resoplan mientras caminan sobre las mesas

ignorando insolentemente a los bebedores

ahogados en los reflejos salvajes de las nupcias

y los silenciosos destellos de ottone e d’oro.

 

Las destilerías ideales

 

Las fotos se siguen poniendo amarillas

en los aparadores con travesaños

y las confidencias de las sillas

de Thonet

hacen sonrojar la felpa de las banquetas ocultas.

 

Un búho, una comadreja

vigilan el paso del tiempo

al compás de los relámpagos ambarinos

de las burbujas fingidas del alambique

 

Al otro lado de las ventanas

como un arroyo aún vivo

bajo la escarcha de su piel

tras la espuma de las cortinas

 

fluye como en silencio

el flujo del tiempo que

recuerda

 

Habito mi vida como un sueño

donde los tiempos se entremezclan

 

La vida es este sueño que me dibuja

en el cristal donde la lluvia traza

caminos efímeros que difuminan

mi reflejo en el paisaje

 

imágenes de agua sin consistencia

ondulando entre dos espacios

 

*extracto de Mémoire vive des replis, éd. Pourquoi viens-tu si tard ? Mars 2019

 

A la sombra malva del jardín

la nieve es del color de la glicina

y las ramas gris ceniza

dibujan un camino

que desciende

lentamente

en la sombra subterránea

 

El sueño es tu barquero

 

Nadador liso y blanco

aquí estás en la otra orilla

que has atravesado por la otra noche

 

Para acceder a la sombra

teníamos que cruzar

los párpados del sueño

luego remontar el curso

de las raíces del árbol

Te hablo a través de sus hojas

su savia fluye en mí

hasta la punta de mis dedos

Arrojo sobre la hoja de papel sus palabras arbóreas

su verde voz cruza mis sueños

 

Su voz sombría, sus voces

la suya y su parte de sombra

el eco, fuente de su voz

 

*Extracto de Son corps d’ombre (libro con collages de Ghyslaine Lejard)

 

Traducción al español por Mariela Cordero

La traducción de estos poemas fue publicada en la plataforma cultural

“Liberoámerica” el 16/05/2021

Crédito de la foto: Lydia Belostyk

 

 

Marilyne Bertoncini. Poeta y traductora, miembro del consejo de redacción de la revista Phoenix, es coeditora de la revista digital Recours au Poème desde 2015. Es Doctora en Literatura y especialista en Jean Giono. Además de numerosas publicaciones en revistas en Francia y en el extranjero, y de colaboraciones con artistas y artistas plásticos, ha sido traducida a muchos idiomas y ha publicado varias colecciones de traducciones, como Ennuage-moi, una colección bilingüe , de Carol Jenkins (Australia, River road Poetry Series, 2016), y Tony’s blues, de Barry Wallenstein (Niza, éd. PVST, 2020) y una docena de poemarios, los más recientes son L’Anneau de Chillida, en el Atelier du Grand Tétras (2018), Sable, publicado por Transignum (traducido por Sonia Elvireanu, y publicado en Rumanía como NISIP por Ars Longa en 2019), Mémoire vie des replis et Memoria viva delle pieghe con fotos del autor (publicado por (éditions Pourquoi viens-tu si tard ?, 2019 y La Noyée d’Onagawa, publicada por Jacques André (marzo de 2020)

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